martes, 20 de agosto de 2013

Irracional.

Y hoy los recuerdos me hacen echar un vistazo atrás, a aquel momento que lo cambió todo. Menuda coincidencia, ¿eh? Tantos lugares, tantas personas, tantos siglos... y fíjate, acabamos por cruzarnos tú y yo. 
Hubo miedo al principio, miedo a comenzar a querer, miedo a arriesgarse demasiado por alguien a quién apenas conocías, alguien que nunca imaginaste que llegaría a significar tanto. 
Quién sabe, tal vez me equivoque. Pero es imposible negar lo evidente, porque aunque tu boca diga que ya pasaste página, tus ojos me siguen diciendo que me echan de menos. Admítelo, tu sonrisa más bonita y sincera es la que yo te saco, y viceversa. Lo peor de todo es que te he encontrado, sé que eres tú la persona que hoy por hoy no hará que me aburra nunca, que pase el tiempo que pase conseguirá que me tiemblen las piernas con sólo rozarme, la persona con la cual pasaría horas y horas y por la que dejaría todos mis planes simplemente para ver cómo duermes. Que si, que soy tonta... pero no sé quererte de otra forma. Sólo sé quererte de esta manera incondicional e irracional que ha hecho que cambie mi orgullo por tu presencia.
Que tal vez no seré la última en tu vida, pero sé que fui la primera y eso, eso no me lo quitará nadie.

miércoles, 5 de junio de 2013

Fuimos todo, fuimos la nada.

Y como dos idiotas prometimos querernos para siempre, como si fuera verdad eso de que podíamos cumplirlo. Nos prometimos no cambiar, como si la vida no diera giros inesperados.
Nos robamos sonrisas que cambiamos por sarcasmos, y nos comimos a besos cuando las palabras estaban de más.
Soñamos con estar cerca, con la posibilidad de que todo el esfuerzo sirviera para algo, con que fuera verdad esto que sin explicación había pasado.
Nos aferramos a un momento, un sólo instante que le daba sentido a todo pero que quedaba atrás con cada temor a decir lo que sentíamos, con cada temor a que nos hicieran daño.
Nos refugiamos entre promesas, nos perdimos entre el orgullo y el placer. Fuimos todo, fuimos la nada... y sobretodo, fuimos lo que nadie fue, lo que muchos hubieran querido y lo que sólo unos pocos se atrevieron a calificar.

jueves, 25 de abril de 2013

Be Stronger.

Y aquí estoy, tras arrancar una página del calendario desde que se marcó la diferencia. Sí, todo es diferente, pero aún no sé cuánto. Soy diferente contigo, tú lo eres conmigo.. pero y esto, y todo aquello.. ¿dónde ha ido? Está claro que no ha desaparecido. Que te veo aparecer y sigo poniéndome nerviosa, que no puedo parar de mirarte de reojo al ritmo acompasado que me marca el reloj, que no puedo evitar temblar cuando tu mirada se cruza con la mía, que daría la puta vida por verte sonreírme otra vez. Que te echo de menos, joder. Ahí, ahí está el resumen. Ahí está resumido todo esto que tengo dentro y que dejo salir en palabras escritas, escritas con la tinta de las lágrimas que recorren cada momento que vivimos. Que he aprendido a vivir sin ti, pero es más bonito vivir contigo... de eso no cabe la menor duda. 
Que hay aún esperanza, esperanza de encontrar a alguien que me vuelva tan jodidamente estúpida como lo conseguiste tú, que sé que existe, que me está esperando y que mientras habrá algunos más que me hagan engañarme a mi misma haciéndome creer que son mejores que tú.
Que cada segundo que pasa, me doy más cuenta de que vivir sin ti no es imposible, pero que duele, duele hasta matar. Ya sabes lo que dicen... hay que ser fuertes.

jueves, 21 de marzo de 2013

¿Punto y final o punto y seguido?

¿Sabes? Nunca creí en las casualidades, hasta que llegaste tú. Y ahora, ¿ahora qué? No queda más que guardar todos los recuerdos en un cajón, cerrarlo y guardar la llave en un lugar donde ya no duela más. Pero... ¿es eso posible? ¿Es posible guardar tantos días, tantas historias, tantos momentos, tantas conversaciones, tantos secretos, tantos detalles, tantas cosas que nosotros decidimos llamar "casualidad"? No, no lo creo. Y aún así, esto me confunde. Sé que es lo correcto, sé que es lo mejor para mi, sé que lo será tal vez para ti (aunque puedo asegurarte que nadie te querrá como yo lo hice, ni si quiera yo.), sé que tarde o temprano esto tendría que pasar y tal vez esta sea la mejor forma de ponerle punto y final, es imposible que no duela, así que... al menos este final no es tan malo.
Pero por otra parte, sé que esto no es justo. No es justo que de lo único que he estado segura en toda mi vida, ahora resulte que esté equivocada. Estaba segura de tu forma de ser, de tu indiferencia con el resto del mundo, de tus ganas. 
Admítelo, nadie nunca te conocerá como yo, al menos hasta dentro de mucho tiempo. Sé sincero, yo lo sé y tú lo sabes... todo este tiempo lo invertimos en saber más del otro, en complementarnos, en introducirnos cada uno en el mundo del otro, en sus gustos, en sus miedos, en sus inseguridades, en sus talentos, en sus complejos, en su día a día y en sus momentos especiales.
A lo mejor la culpa si es nuestra por haberle dado un "punto y seguido" a algo que debía tener un "punto y final" o viceversa. ¿Quién sabe? Era tan bonito, y a la vez nos dolería tanto que es imposible que alguien decida si terminar o seguir es la opción correcta, ni si quiera nosotros mismos.



viernes, 15 de febrero de 2013

Give me love.

Y sí, hoy tengo ganas de soltarlo todo, ¿sabes? Así que hablemos en plata. ¿Qué coño quieres? Es una duda, una puta duda que me consume.
 No sé qué hacer, no sé qué pensar ni cómo actuar. No sé cómo interpretar tus palabras o actos ni sé ya si te conozco demasiado y por ello sé que eres impredecible por mucho que sepan de ti. 
En realidad, creo que ni si quiera tú mismo te has parado a pensar qué quieres, y cómo y cuándo lo quieres. Pero es que ya no me importa el tiempo, ni el lugar, no me importa nada, sólo quiero ser el quién. Sí, ese "quién" al que elijas para todo. No me importa pasar por malas rachas, ya las hemos tenido. Que siendo sinceros, con tan sólo ver cómo duermes una noche entera, sería la niña más feliz del mundo. Que con tan sólo sentir tu respiración de nuevo, sentir el latido de tu corazón bailando con mi oído, dándome esa comodidad para alcanzar las nubes mientras sueño algo perfectamente imperfecto.
Igualmente, a veces no deseo que me quieras. No, porque sé que la vida da palos, porque sé que todo lo bueno casi siempre tiene un final y sé que esto sería precioso... no creo que pudiera soportar un final a algo tan hermoso. 
Que me enamoré de tus imperfecciones, de tus tonterías, de tus "yo que va" de tus "eres la niña más estúpida que conozco" y de todas esas cosas que has hecho pero que a veces sólo he visto yo. Sí, tal vez debería haber hecho caso a los demás cuando decían que no me convenías, que eras una persona demasiado difícil, que me iba a costar muchísimo sacar algo de amor de ti, que tú no eras fácil de abrir. Se equivocaron en eso. Sé que lo hice, no sé cuánto duró, pero sé que estuve en tu corazón. Ahora, sólo tú tienes la respuesta cuando me pregunto si sigo ahí, si sigo teniendo un hueco dentro de ti. 

Sólo tú puedes responder a esta puta pregunta: ¿Qué coño quieres?

sábado, 12 de enero de 2013

Inseguridad.

Ya, sé que lo he dicho muchas veces, sé que incluso puede resultar repetitivo, pero... es que me resulta imposible creer que alguien como tú me elija a mi. No me estoy quitando valor, ni menospreciándome, pero seamos sinceros... ¿te has visto alguna vez con los ojos con los que yo te miro? No eres perfecto, pero joder... es que me vuelven loca cada una de tus imperfecciones. Me encanta tu orgullo, ese que te hace parecer un niño pequeño que aguanta la respiración hasta ponerse morado. 
Me encantan esa bipolaridad que hace que cambies de 0 a 100 en cuestión de segundos. Que me cojas desprevenida, en medio de una conversación monótona, y de repente... simplemente con una sucesión de puntos suspensivos y un :P consigas poner mi cuerpo a funcionar.
Me encanta la forma tan rápida que tienes de enfadarte, aunque me quite el sueño por las noches. Me encanta ese puto orgullo que hace que no seas tú quién haga por arreglar las cosas, pero que... de vez en cuando te tragas por mi. 
Pero, vuelta a lo mismo... ¿cómo una persona cuyas imperfecciones son encantadoras podría elegirme a mi entre todas? Es decir, ¿sabes cuántos millones de chicas hay en el mundo? ¿Te has parado a pensar la cantidad de personas que se sentirían afortunadas estando en tus brazos? ¿Por qué yo? Es tan difícil no tener esta puta inseguridad. Pero aún así, ¿sabes qué? Me encanta poderte perder mañana, porque así sé que te tuve hoy.