Y aquí estoy, tras arrancar una página del calendario desde que se marcó la diferencia. Sí, todo es diferente, pero aún no sé cuánto. Soy diferente contigo, tú lo eres conmigo.. pero y esto, y todo aquello.. ¿dónde ha ido? Está claro que no ha desaparecido. Que te veo aparecer y sigo poniéndome nerviosa, que no puedo parar de mirarte de reojo al ritmo acompasado que me marca el reloj, que no puedo evitar temblar cuando tu mirada se cruza con la mía, que daría la puta vida por verte sonreírme otra vez. Que te echo de menos, joder. Ahí, ahí está el resumen. Ahí está resumido todo esto que tengo dentro y que dejo salir en palabras escritas, escritas con la tinta de las lágrimas que recorren cada momento que vivimos. Que he aprendido a vivir sin ti, pero es más bonito vivir contigo... de eso no cabe la menor duda.
Que hay aún esperanza, esperanza de encontrar a alguien que me vuelva tan jodidamente estúpida como lo conseguiste tú, que sé que existe, que me está esperando y que mientras habrá algunos más que me hagan engañarme a mi misma haciéndome creer que son mejores que tú.
Que cada segundo que pasa, me doy más cuenta de que vivir sin ti no es imposible, pero que duele, duele hasta matar. Ya sabes lo que dicen... hay que ser fuertes.